De
frente al S. XXI es emergente contemplar a la educación como un
objeto de estudio, ya que es de gran relevancia hacia el desempeño
de la profesionalidad de la danza. Haciendo referencia, hacia los
aspectos en los que actualmente nos encontramos como educandos en
especial dentro de ésta institución, así como simultáneamente
como educadores en otros espacios alternos. Lo cual nos lleva a
determinar que estamos inmersos constantemente dentro de este proceso
abierto, continuo e interactivo que es la educación.
En este
sentido la educación no es determinista y abre diversas pautas para
la revisión de muchos mitos que rodean al mismo concepto. Desde los
dos grandes bloques que se descubren en el texto, el proceso
representa el desarrollo, lo biológico, lo psicológico, lo técnico
e incluso lo histórico, mientras que el sistema representa la
cultura, lo social, lo político, lo económico y hasta lo religioso.
Es así que el concepto de la educación en su aplicación llevada
hacia el campo de la danza, no se muestra exenta de ser participe de
las características contenidas como proceso y al mismo tiempo como
sistema.
Partiendo
desde la propuesta donde Sarramona menciona que “la educación
es un proceso abierto e interactivo donde el sujeto y su ambiente
buscan desarrollarse”. Se puede asegurar desde la experiencia,
que la danza está implicada dentro de una escala de valores propios
con carga cultural y en una serie de procesos psicológicos que son
importantes en el camino hacia la humanización o lo que sería la
búsqueda del perfeccionamiento como lo menciona el mismo autor. Este
perfeccionamiento valdría la pena abordarlo desde una manera
integral, completando así, que la educación se nutre de cualquier
actividad en la cual se facilitan y dinamizan una serie de
conocimientos.
Bajo la
revisión del texto citado, existe un aspecto dual, por un lado la
incertidumbre de los procesos en la educación y por otro, la
libertad de elección en el educando. Esto abre la oportunidad de
poder realizar constantes revisiones y auto observaciones sobre la
actividad de la educación desde un aspecto tecnificado, pero sin
dejar de tener en cuenta la relación con el entorno social o
contexto, para así lograr una metodología que nos permita poder
desarrollar procesos permanentes de construcción, creación y
desarrollo del conocimiento.
La
educación vista desde esta perspectiva en detenimiento, devela una
gran cantidad de procesos concurrentes y no neutrales, en los cuales
estamos involucrados como sociedad dentro del gran complejo de la
humanización. Los múltiples factores que se presentan pueden ser
puestos en análisis y en revisión con la finalidad de lograr una
innovación al impartir conocimiento.
(1)
Sarramona, J. (2008). Teoría de la Educación. Capitulo 1. La
educación como proceso y como sistema. Ariel. Barcelona, España.
Comentarios
Publicar un comentario